Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Corintios 10, 8-12

8 Y aun cuando me gloriara excediéndome algo, respecto de ese poder
nuestro que el Señor nos dio para edificación vuestra y no para ruina, no me
avergonzaría.

9 Pues no quiero aparecer como que os atemorizo con mis cartas.

10 Porque se dice que las cartas son severas y fuertes, mientras que la
presencia del cuerpo es pobre y la palabra despreciable.


11 Piense ese tal que lo que somos a distancia y de palabra por carta,
lo seremos también de cerca y de obra.

12 Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se
recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y
comparándose consigo mismos, obran sin sentido.